¿Qué es la eficiencia energética? La eficiencia energética se puede expresar como la relación entre la cantidad producida de productos o servicios y la cantidad de energía consumida para proporcionarlos. En general, la eficiencia energética no significa consumir menos sino consumir mejor y mantener las mismas prestaciones. Esto a nivel del usuario final se traduce en la reducción del coste de la factura energética sin disminuir el confort.
Guía de contenido
Así, sería deseable alcanzar los siguientes objetivos generales:
Reducir y optimizar los consumos de energía en cualquier actividad.
Mejorar la eficiencia energética en todas las actividades, usos e instalaciones y equipos de la organización.
Modificar los usos de la energía.
Reducir pérdidas energéticas en instalaciones y equipos.
Implantar mecanismos de control sobre los consumos.
Emplear tecnologías más eficientes, tanto en la producción, transporte y distribución, como en los usos de la energía.
Promover una cultura que nos involucre a todos en el uso racional de la energía y en la mejora de la eficiencia energética.
Potencial de la implementación de medidas de eficiencia energética El sector de la edificación es uno de los sectores que más energía final consume en toda la Unión Europea alcanzando aproximadamente un 40% del consumo de la energía total. Además, en España, este sector representa alrededor del 19% del consumo de energía final, por lo que supone un amplio campo de actuación para mejoras en eficiencia energética. Dentro de la edificación, los ámbitos con mayor espacio para mejoras de eficiencia energética son la calefacción, el agua caliente sanitaria (ACS), los electrodomésticos y cocina, utilizando equipos de eficiencia energética tipo A++. Los análisis de prospectiva tecnológica muestran que, con la tecnología existente, se pueden conseguir grandes mejoras en la eficiencia de los inmuebles sin por ello disminuir los niveles de seguridad y confort. Además, debido al largo ciclo de vida de los edificios, el impacto de las medidas tiene un carácter permanente.
Sistemas de gestión de la energía ¿A qué llamamos sistema de gestión de la energía? El éxito de toda organización depende de la forma en que gestiona sus recursos. En este caso, lo que debemos lograr con los recursos existentes es implementar una serie de operaciones destinadas a dirigir y administrar la energía que se utiliza en la organización o empresa. Lo que debemos intentar es que esta serie de operaciones den como resultado un sistema de gestión de la energía que sea eficiente y sustentable. Como parte indispensable de la aplicación de un sistema, se utilizan normas que están diseñadas para los sistemas de gestión de la energía. En este caso, la Norma ISO 50001 de Sistemas de Gestión de la Energía. La ISO 50001 de Sistemas de Gestión Energética “SGEn”, se presenta como una herramienta que permite a todo tipo de organizaciones alcanzar los compromisos energéticos suscritos a través de la implantación de una política energética y la gestión de los procesos energéticos de su actividad. La Norma es de aplicación voluntaria y es compatible con otros sistemas. Se puede implantar en forma integrada con otras normas, por ejemplo, la ISO 14001. La Norma colabora con el desarrollo industrial y comercial de la organización, es básicamente un sistema que sirve para mejorar la competitividad en el mercado. Además, se elabora para tener una aplicación general de manera tal que permita una solución a un problema repetitivo.
El ecodiseño y la política integrada
La generación de un producto y su ciclo de vida tiene, en mayor o menor medida, un impacto en el medio ambiente. Es este impacto el que se debe minimizar a la hora de hacer eficiencia y buscar sustentabilidad.
Las etapas del ciclo de vida incluyen diseño, producción, uso y procesamiento después de su disposición, incluyendo el procesamiento de los residuos generados en estas etapas. El análisis del ciclo de vida también se denomina ecobalance o análisis de la cuna a la tumba.
Para lograr el objetivo de un desarrollo sostenible, dado que es una alta prioridad, se ha desarrollado una política integrada de productos. El objetivo de esta política es causar influencia y desarrollar una oferta y demanda de productos y servicios que sean respetuosos con el medio ambiente a través de:
Minimizar los impactos ambientales.
Integrar estrategias ambientales.
Cooperar con los actores de la cadena de suministros.
Desarrollar mercados verdes.
En el ámbito europeo, hay que destacar la aportación del informe Regulatory Indicators for Sustainable Energy (RISE), el cual el cual tiene como objeto servir de guía para los gobiernos para determinar si cuentan con un marco regulatorio y de políticas de energía sostenible favorable. Evalúa a 111 países en tres aspectos:
El acceso a la energía
La eficiencia energética
La integración de las energías renovables
Técnicas de ahorro y uso eficiente de la energía Conjuntamente con los sistemas de ahorro y eficiencia energética, es fundamental el cambio de consumo de energías no renovables y finitas (electricidad, gas, entre otras) por otras renovables (solar, eólica, etc.), en las que se hace imprescindible el desarrollo e investigación de sistemas más eficientes y rentables. Las passive house (casa pasiva) son los modelos de excelencia en ahorro energético en la vivienda, pues optimizan las medidas tanto pasivas como activas de ahorro. Por ello, a continuación describiremos los sistemas definidos como pasivos y que se pueden utilizar en la edificación. En primer lugar, es fundamental la correcta orientación del edificio, como así también los materiales utilizados y las aislaciones térmicas, para lograr importantes ahorros energéticos. La tendencia es buscar el mayor aprovechamiento de la circulación natural del aire y del asoleamiento. La arquitectura tradicional es un recurso que se toma como base para comprender los principios del proyecto y de la construcción sustentable, dado que los edificios de arquitectura popular se construyen con materiales procedentes del entorno, utilizan fuentes de energía locales y, en algunos casos, renovables, adoptando prácticas constructivas que fomentan el reciclaje y el respeto por la naturaleza. Los parámetros más importantes a tener en cuenta a la hora de hacer eficiencia energética son los siguientes:
Climatización y ACS.
Iluminación.
Ventilación.
Equipos eléctricos.
Oportunidades de negocio
Uno de los principales ámbitos de negocio con gran potencial asociado a la eficiencia energética es el de los servicios energéticos. Aquí juegan un papel fundamental las Empresas de Servicios Energéticos (ESEs), cuya actividad consiste en desarrollar proyectos para proporcionar ahorros de energía a diversos tipos de clientes.
Contratos de rendimiento con ahorros garantizados: con este contrato, la ESE asume el riesgo técnico, pero no asume ningún riesgo financiero. Es decir, es el usuario el que hace la inversión inicial, pero bajo la seguridad de que es la ESE la encargada de asegurar el rendimiento de la herramienta instalada. Suele estar dirigido a grandes consumidores, ya que han de hacerse cargo de la financiación.
Contratos de rendimiento con ahorros garantizados: con este contrato, la ESE asume el riesgo técnico, pero no asume ningún riesgo financiero. Es decir, es el usuario el que hace la inversión inicial, pero bajo la seguridad de que es la ESE la encargada de asegurar el rendimiento de la herramienta instalada. Suele estar dirigido a grandes consumidores, ya que han de hacerse cargo de la financiación.
Contratos de Suministro con ahorros garantizados: en este caso, se fija un nivel de ahorro garantizado. La ESE por tanto asume casi todo el riesgo. Las empresas tienen en cuenta todos los aspectos que intervienen, incluso el uso de los ocupantes de las viviendas de los recursos. Para el propietario de la vivienda es muy interesante, ya que sabe de antemano el beneficio que le va a aportar el proyecto.
Algunas medidas de eficiencia energética, como la transposición de la directiva de eficiencia energética al marco español, será importante para el fomento del desarrollo de negocio dentro del sector. Actualmente hay dos planes de apoyo principalmente ayudando al sector. Por un lado, el plan de activación de la eficiencia energética en los edificios de la Administración General del Estado, aprobado en 2009, el cual ha servido de base para fomentar este desarrollo. Este plan busca alcanzar el 20% de ahorro energético en 330 centros pertenecientes a la Administración.
Por otro lado, el Plan 2000-ESE, que busca ser una extensión del plan anterior, fue aprobado en 2010 con el fin de ampliar este plan de 330 centros a 2.000 en total, contando con centros pertenecientes a la Administración del Estado, tanto general como autonómica y local
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