Este podrías haber sido tú.

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"Hola soy Jesús XXXXX y soy técnico de energía renovable y fotovoltaica y estoy desempleado de larga duración. Tengo experiencia de 2 años en el sector."

 

 

O este otro.

​

 

"Muy buenas, ¿qué tal? Me llamo Francisco XXXXX, he trabajado en los parques solares de XXXX y XXXX como site manager parcial y ahora me encuentro en búsqueda activa de empleo. Dejo mi curriculum por si fuera de vuestro interés."

 

Si no has tenido la suerte de ser un niñito de papá con un puesto regalado, te habrás visto en estas.
 

Ofreciéndote.


Mendigando.

Porque cuando yo recibo el mensaje de alguien así, lo que veo es a alguien desesperado.

Un mendigo laboral.


Y créeme, nadie cree que alguien desesperado valga la pena. En el inconsciente sabemos que alguien que está desesperado tiene motivos para ello.


Yo mismo he sido un mendigo laboral, ¿y sabes qué?

Que nunca me sentí valorado, siempre minimizado económicamente.


Y lo peor es saber que puedes verte en esa misma situación en cualquier momento.

Cuando comencé a trabajar de técnico-comercial en fotovoltaica me dieron por el orto dos buenos empotradores:

​
 

• Uno, mi jefe, que se aprovechó de mi situación, no ahora explicable, y me contrató por una miseria.

 

• Los otros, los clientes, que de lejos olían mi desesperación por conseguir una maldita instalación fotovoltaica que me salvara de la situación.

 

No es broma.


Y esto es perfectamente transportable a las licitaciones...


Joder, entiendo que una empresa se presente a una licitación de 5 MW o más, ¿pero a una de menos de 200kW?


En una licitación no vales nada. Las mujeres de vida alegre de Amsterdam expuestas en escaparates enseñan menos que tú en una licitación.


Que si dame esto, que si ofréceme lo otro, que si dime cómo vas a hacer el proyecto...


¿En serio?


¿Qué cojones te importa a ti cómo voy a hacer yo un proyecto de 60 kW de mierda?


Mira.

 

Ayer recibí un correo de un alumno de la mentoría preguntándome por estaciones meteo para medir temperatura, irradiancia y viento porque en una licitación pública inferior a 100kW se la piden...


A ver...¿En serio estás dispuesto a dar tantas explicaciones a alguien que tiene que evaluarte y que no tiene ni puñetera idea?


Si hay gente "profesional" dentro de la fotovoltaica que no sabe cómo ligar irradiancia, temperatura y producción, ¿qué cojones va a saber el director de un instituto público?

¿Y medir el viento?


¿Por si salen volando los paneles?


Para entonces el anemómetro llevará meses sin funcionar, o incluso años.

 

En fin, que regar curriculums por ahí a ver si pesca alguien, ir arrastrándote como una rata para que te compren o presentarte a licitaciones que sólo dejan migajas, son el reflejo del mismo problema:


Te muestras en posición sumisa.


Y claro, cuando tú mismo, probablemente sin darte cuenta, te ofreces a ser empotrado, ¿qué crees que pasará?

 

 

Pues eso, que te empotran.

​

 

"El empotrador que empotra, buen empotrador será."


"Agujero que veo, agujero que tapo."

 

 

Agujero que enseñas, agujero que te taparán.


En mi caso llegué a un punto en el que literalmente me "jarté" de que me trataran como una maldita vaca en una feria ganadera. Llegó el momento de darle la vuelta a la tortilla.


En lugar de ser yo quien hiciera cola, haría que fueran otros quienes hicieran cola para mí.

 

Imagínate que en lugar de dar CVs y aceptar condiciones, tú eres quien pone las condiciones y los otros las asumen.

Que en vez de bajarte los pantalones con el precio con tus proyectos, tú decides el precio y los otros lo aceptan.

O que en lugar de desnudar tu empresa en una licitación, te llaman y te preguntan con un "por favor", primero, un "cuándo" después y terminen con un "lo que tú quieras mi amor".

 

¿Por qué no?

 

¿A caso Elon Musk, que es tartaja y tiene asperger va entregando hojas de vida o se justifica ante compradores de sus baterías?

 

 

Escucha, no tener que rogar para comer es un peso que te puedes quitar de encima.

Estarías tan a gusto así que te da miedo pensarlo.

Lo ves tan idílico, que crees que es imposible y directamente lo descartas.

Parece tan lejano que ni te esfuerzas en acercarte.


Déjame decirte algo, que ya nos conocemos...


¿Crees que si yo me quedo sin trabajo tendría problemas en encontrar alguno?



Yo tengo claro que no.


Y también tengo claro que esto no era así antes de empezar a agarrar el toro por los cuernos para ser yo el empotrador y no el empotrado.

 

Joder...y ojalá me hubiera dado cuenta antes...Me he pasado años yendo detrás de la gente cuando es increíblemente satisfactorio que sea al revés.


Que yo soy yo, que tu caso no lo entiendo, que lo que pasa es que...

 

Bien, vien, wien.


Te digo algo.


En las próximas 4 semanas, voy a publicar 4 sesiones.


Sólo en la próximas 4 semanas y el lunes 15 sale la primera sesión.


Si te apuntas a mi mentoría fotovoltaica, con esta edición especial, antes de que acabe el domingo14, te beneficias de las 4.

Si te apuntas la siguiente semana, te pierdes la primera pero ves las 3 restantes y todas las que vengan después.

Si te apuntas dentro de dos semanas, ya sabes cómo es el juego...te pierdes dos y ganas dos, y luego, todo lo bueno que tiene ser alumno de la mentoría.

¿De qué irá la vaina?


 

De cómo pasar de sumiso laboral a perseguible profesional en fotovoltaica.



4 sesiones, durante 4 semanas, en las que explicaré paso a paso cómo dejar de ser un pedigüeño y convertirte en todo un empotrador.


Esto está reservado únicamente a alumnos de la mentoría.

 

A ellos y a mi equipo, que es el mejor regalo que puedo darles.

Porque cuando pongan en práctica lo que he preparado para las próximas 4 semanas ya no esperarán a la doble paga para comprarse la furgoneta camperizada. Se comprarán la furgo, le meterán suspensión, el snorkel, ruedas montesas y un remolque con Quads. Y lo harán un mes de septiembre si les da la real gana.

 

 

Te hablo de ser libre, de que tú seas la florecilla que todas las abejas quieran picar.